domingo, 8 de junio de 2008

De todo y para dos







La publicación de estas dos inquietudes es absolutamente caprichosa. Bien de domingo frío y suicidoso. Una tiene que ver con una llegada y otra con una despedida.

*La primera es el arribo a los escenarios porteños de Wayne Hussey desesperado líder de The Mission. Voy a contar una intimidad: tres de los tullidos venimos desde lejos. De pequeños adolescentes en las montañas existían dos tipos de personas: los que escuchaban Floyd y los que se taladraban con Mission. Esto sin saber nada acerca de los darks y toda esa parafernalia. De alguna manera Hussey nos hablaba a nuestro misticismo pedestre y eso duró al menos dos discos: God's Own Medicine y Children. Luego en la gran ciudad nos desayunamos que nosotros (medio hippies y sucios) éramos, en realidad, darks (porque le dábamos duro y parejo a Sisters of Mercy, Bauhaus y eso). Tuve la oportunidad de ver a Hussey en su anterior visita. La banda lo había abandonado antes de aterrizar y tocó con una guitarra y una botella de vino de compañía (http://www.youtube.com/watch?v=Lk--BElGFp8)
Me sorprendió que el tipo tocaba, en serio y que se había mudado a Brasil (no se le pegó la alegría, cabe añadir). Ningún invento. Ahora sacó su primer album solista (Bare) con un formato que debería haber adoptado diez años atrás: está el solo con un piano, acústicas y cuerdas. El resultado no es del todo bueno, pero, tal vez, es el principio de una sana maduración. Igual toda esa adoración en torno de este tipo me parece medio ridícula, aunque todavía cuando escucho Severina vuelvo a revivir la peor y la mejor época de mi vida (http://www.youtube.com/watch?v=knfwDvNhDCM)
Estará el domingo 15 de junio en la Trastienda.

*La segunda. Podríamos ponerle un tono necrológico, pero voy a preferir algo esperanzador y anecdótico. A principios de los noventa en un reducto que se llamaba La Luna nos cruzamos con un grupo que, de entrada, por lo menos a mí, me deprimió (por lo bien que sonaban en comparación del resto) y fascinó (por la propuesta que rompía con esa copia de afuera que se llamó nuevo rock argentino). Esa banda se llamó Reincidentes (http://www.youtube.com/watch?v=4ZmQhVZTjI8).
Tuvimos la suerte de compartir ciertas cosas con ellos: recitales, charlas y demás. Nunca fuimos amigos (en el sentido de comer asados) ni hubo un movimiento (aunque compartimos gustos, sin duda). AT siempre intentó diferenciarse por respeto a Pequeña Orquesta Reincidentes (POR). Tuvieron una influencia al revés: es decir, que cada vez que nos salía un tema que podía parecerse a POR lo descartábamos enseguida para buscar nuestra propia voz (habría que agradecerles). La noticia de que se separan entristece, pero, a la vez, alegra, porque tal vez de cada uno de sus miembros podrían surgir, ahora, nuevas músicas. Ha sido la banda más interesante, quizá la mejor de los últimos tiempos en la Argentina o, por lo menos, la que me hacía tomar el trabajo de escucharlos siempre. Mi disco preferido, el que considero que fue definitorio en su identidad, sigue siendo, Qué sois ahora? (http://www.youtube.com/watch?v=YquIwFltvhc)

El Johnny Cash porteño
Cuando entona, “tuvo una vida pequeña y una muerte pequeña” te hace casi saltar las lágrimas. Juan “Tata” Cedrón, conocido como cantautor-tanguero, es además, un tipo con una manera única de decir y de transmitir: una especie de Johnny Cash porteño. También un cretino integral, cabe añadir. En el mundo académico del tango no lo quiere nadie (eso habla bien de él). Impertinente y divo hasta las tripas (según quienes lo conocen). El disco con el Cuarteto Cedrón (un sello que mantuvo siempre) en el que musicaliza poemas de Julio Cortazar es quizá uno de los mejores que he escuchado. Pero, el más extraño y festejado es el que hizo con poemas de Raúl González Tuñón. Ahí va de la canción porteña al foxtrot: un visionario. Pensar que ese disco salió en 1972, el año de mi nacimiento y que no por casualidad tiene un dibujo de un ladrón en la tapa. Todavía hoy suena con una actualidad que envidiarían muchos (www.taringa.net/posts/musica/1133201/Cuarteto-Cedrón---2-discos.html).
Todo esto viene a cuento de que el viernes fuimos con GF a verlo en el El Nacional. Valió la pena. Recorrió todo su repertorio y rescató a poetas como Morgade y, sobre todo, Alposta (“Un cacho de nada” es un libro imperdible) Alguna vez hicimos con AT, Java, uno de los temas de Cedrón sobre poemas de Cortazar: una lástima que no haya quedado nunca registrado ni en un TDK.
Calificación:
GF: siete tullidos y medio
FV: ocho tullidos

1 comentario:

Anónimo dijo...

hola soy de la plata y estoy buscando desesperadamente los cds de angela tullida , li mail es egosonlux@hotmail.com, por favor comuniquense, ahhh tengo el video de hussey en la plata , por si lo quieren , el recitral fue malo pero nostalgico puesto que tengo cuarenta y sister of mercy es mi adolecencia oscura.....gracias